El nombramiento del Dr. Julio Berdegué Sacristán, un destacado especialista en política agroalimentaria, quien pronto asumirá como secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), representa una oportunidad significativa para continuar avanzando en la transformación del sector agrícola de México. Confiamos en que, bajo su liderazgo, la ciencia y la tecnología sean pilares fundamentales de las decisiones estratégicas, que nos permitan impulsar la productividad y sostenibilidad agrícola, elementos esenciales para el progreso económico y social de del campo y de México. En esta tarea, estamos listos para sumar esfuerzos, desde cada una de nuestras trincheras.
Desde la política pública y el sector privado en México, nos corresponde iniciar un periodo crucial de cara a alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible fijados por la Organización de las Nacionales Unidas, así como hacer frente a los retos del cambio climático. Pero estos años serán también decisivos en la medida en que esta colaboración entre sectores público y privado logre impulsar una agricultura más sostenible a través de prácticas de agricultura regenerativa en México.
A través de la Vicepresidencia de Sustentabilidad y Responsabilidad Social Empresarial del Consejo Nacional Agropecuario, y tras participar en la Convocatoria Pública para la Renovación de Integrantes No Gubernamentales de los Comités del Consejo Nacional de la Agenda 2030, por parte de la Secretaría de Economía, logramos formar parte del Comité de Medio Ambiente, lo que sin duda alguna nos permitirá compartir las buenas prácticas y la ruta que, como sector, nos hemos marcado para su cumplimiento.
Aunado a lo anterior, recientemente, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la SADER firmaron un convenio que ejemplifica la importancia de estas alianzas estratégicas. A través de su Centro de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sostenible (CESPEDES), el CCE logra este acuerdo que amplía las posibilidades de alcanzar nuestras metas para 2030: tecnificación del riego, protección del suelo y biodiversidad, capacitación de agricultores, y estrategias para reducir el desperdicio de alimentos, entre otros.
Otro de los avances más destacados en este año ha sido la creación de la Alianza por la Transferencia de Tecnología y Agricultura Regenerativa, presentada durante la Bonsucro Global Week. Esta alianza busca una producción más rentable y sustentable de la caña de azúcar, y desde Syngenta estamos emocionados de formar parte de este esfuerzo. Juntos, con aliados estratégicos, impulsaremos la prosperidad rural del sector cañero, un sector vital para la economía mexicana.
El diagnóstico a mitad del 2024 nos permite entender que el panorama financiero global está cambiando significativamente hacia la sostenibilidad. Hace unos días, en el comité de Energía y Sustentabilidad de la Cámara Suizo-Mexicana tuvimos oportunidad de profundizar en la taxonomía sostenible de México.
Y es que, las taxonomías se han vuelto cruciales para dirigir inversiones hacia actividades que promuevan el desarrollo sostenible. La Taxonomía Sostenible de México es un sistema de clasificación que identifica y etiqueta actividades económicas y financieras que contribuyen al desarrollo sostenible y al logro de objetivos ambientales y climáticos. Esta taxonomía es única a nivel global, pues incorpora dimensiones ambientales y sociales en su diseño, permitiendo un enfoque integral de sostenibilidad.
¿Por qué es importante esta taxonomía? Porque facilita los flujos de financiamiento hacia inversiones que contribuyan positivamente a objetivos medioambientales y sociales, generando información confiable para mitigar el riesgo de greenwashing y brindar mayor certidumbre y transparencia a los mercados. La taxonomía también tiene objetivos específicos como la mitigación y adaptación al cambio climático, la gestión sostenible de recursos hídricos, la conservación de la biodiversidad y la economía circular.
En síntesis, la innovación y la colaboración son aspectos en los que todos los actores estamos alineando esfuerzos para enfrentar los desafíos actuales del sector agroalimentario.
Cada estrategia seria en esta etapa de la historia de la humanidad no sólo está enfocada en mejorar la productividad, sino que también promueve como compromiso ineludible las prácticas sostenibles y regenerativas y la mejora de las comunidades agropecuarias.
Con el apoyo de alianzas estratégicas y un enfoque en la sostenibilidad, podremos asegurar un futuro más próspero y equitativo para todos los actores del campo mexicano. Estos esfuerzos conjuntos son el camino para alcanzar nuestras metas y construir un legado de responsabilidad y progreso para las próximas generaciones.
Por Patricia Toledo, Vicepresidenta de Sostenibilidad del Consejo Nacional Agropecuario (CNA)