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HACIA UN NUEVO MODELO DE GESTIÓN DE ENVASES VACÍOS DE FITOSANITARIOS EN MÉXICO

La producción de alimentos a nivel global enfrenta los retos de abastecer mercados internacionales cada día más exigentes y las necesidades de una población en constante crecimiento, todo ello cuidando de los recursos naturales y la salud en el medio rural.

Por otro lado, la producción de alimentos implica también la generación de diferentes tipos de residuos como son cintillas de riego, acolchados, cubiertas plásticas, aceites, neumáticos, entre otros, dentro de los cuales se encuentran los envases vacíos de fitosanitarios (EVF) que requieren ser gestionados de manera ambientalmente segura.

A nivel internacional existe una serie de principios que rigen el manejo responsable de estos últimos residuos, contenido en el Código de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas de la FAO (2015) y que son instrumentados como política pública en algunos países, para cumplir con la responsabilidad de garantizar un ambiente sano y seguro.

Los esfuerzos desplegados por los países considerados exitosos, son aquellos que alcanzan la recuperación de volúmenes superiores al 70% de lo volcado al mercado anualmente, como son los modelos de Brasil, Colombia o España. Sin embargo, existen países que no han logrado superar el 30% de recuperación, y entre ellos se encuentra el caso de México.

A finales de los años 90’s, la industria asociada de fitosanitarios en México, implementó de manera voluntaria el programa Campo Limpio en coordinación estrecha con diversos Comités Estatales de Sanidad Vegetal por parte de los productores agrícolas.

El 08 de octubre del año 2003 fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos, como marco regulatorio genérico para el manejo de los residuos generados en nuestro país, dentro de los cuales se incluyen los envases vacíos de fitosanitarios.

En el año 2010 con el impulso de los Asociados Fundadores PROCCYT y UMFFAAC, se crea Amocali, una Asociación Civil sin fines de lucro, que actualmente representa a 93 empresas fabricantes, formuladoras, importadoras, maquiladoras y distribuidoras;  96 usuarios finales agricultores, agroindustrias, ingenios azucareros, empaques agrícolas, controladores de plagas urbanas, entre otros; y que trabaja en alianza estratégica con ayuntamientos y municipios, Comités Estatales de Sanidad Vegetal, juntas locales y asociaciones de productores, representantes de las cadenas productivas como cebada, berries, aguacate, tabaco, entro otros; todos en su conjunto bajo el principio de responsabilidad compartida, despliegan esfuerzos en el ámbito de sus respectivas competencias para la recuperación y disposición final de los EVF que genera la agricultura.   

En 2023 Amocali, por instrucciones de su Consejo Directivo, realizó un diagnóstico de operación de diferentes modelos exitosos de gestión en el mundo, para analizar y en su caso realizar los ajustes necesarios al actual modelo mexicano.

DIAGNÓSTICO INTERNACIONAL

Analizando la experiencia internacional es posible identificar 5 elementos básicos que determinan los alcances en la recuperación de los envases vacíos de fitosanitarios.

1.    Cuentan con una regulación específica y se fiscaliza año con año los resultados de los modelos.

2.    Se establecen responsabilidades claras y definidas a todos los actores de la cadena.

3.    Se establecen y vigilan metas de recuperación (de corto, mediano y largo plazo) para los envases que se vuelcan al mercado.

4.    Se establecen esquemas de coordinación y seguimiento entre Gobierno y sectores Productivo no solo el industrial, sino también agrícola, comercial e incluso al sector que procesa estos envases vacíos (destinos finales).

5.    Facilitan a los agricultores el proceso de gestión de este tipo de residuos ofreciendo diferentes alternativas para la devolución de los mismos y usan la tecnologia para soportar la trazabilidad y facilitar la gestión de los envases (el manejo).

En este sentido el modelo mexicano tendrá que caminar hacia el desarrollo de un marco regulatorio específico en materia de manejo de los envases vacíos de fitosanitarios donde cada actor sepa qué, cómo y cuánto le corresponde aportar al sistema, desarrollando mecanismos de coordinación entre ellos para alcanzar las metas de recuperación que se establezcan.

Mientras estas condiciones se presentan, los actores que participan en Amocali coordinados siempre a través de sus Asociados Fundadores UMFFAAC y PROCCYT, implementan acciones de manera voluntaria, para promover y facilitar la devolución de los envases vacíos a los agricultores, utilizando nuevas herramientas tecnológicas. (app)

La experiencia internacional dicta que los agricultores devuelven los EVF siempre y cuando se cumpla alguna de las siguientes condiciones: 1) que la autoridad se lo exija; 2) que el mercado se los requiera, o; 3) que por conciencia propia así lo determine. 

El modelo de gestión deberá entonces considerar que independientemente de cuál sea la condición que motiva al agricultor a devolver sus envases vacíos, este debe contar con un espacio cercano y accesible a donde devolveros. A esto se le conoce como Universalidad, concepto definido por la Ingeniero Agrónomo y Licenciada en Derecho, Rocio Pastor Matut, Directora General del modelo de gestión SIGFITO en España, es: “el derecho que tienen los usuarios post-consumo para contar con puntos accesibles para la entrega de sus EVA´s y recibir su justificante”, conocido este último en México como recibo de entrega-recepción.

Para llevar al modelo mexicano a cumplir con la universalidad, facilitando que el agricultor no tenga que trasladarse una distancia mayor a la que recorre para adquirir sus insumos fitosanitarios, y realizar la entrega de sus envases vacíos, adicional a la primera red de recuperación integrada por 70 Centros de Acopio Temporal instalados a lo largo y ancho del país, Amocali ofrece dos nuevas alternativas para la recuperación, que son: eco-contenedores  (segunda red de captación) y jornadas itinerantes de recuperación (tercera red), coordinados por un sistema tecnológico de vanguardia (SIGA-MEX®).

Así, para 2024 con base en los modelos exitosos, Amocali propone la instalación de al menos 300 eco-contenedores en expendios comerciales, casas distribuidoras y cooperativas agropecuarias e implementar más de 100 jornadas itinerantes de recuperación (antes maratones de recolección) en todo el país, para que los agricultores puedan cumplir con su responsabilidad.

Con el Sistema Integral de Gestión de Agroenvases de México (SIGA-MEX®), los agricultores registrados podrán localizar el punto de recuperación más cercano, en cualquiera de las tres redes antes mencionadas, y acceder a su recibo electrónico generado al momento de la devolución de sus envases vacíos, ingresando a través de cualquier dispositivo (desde la aplicación móvil para celular, computadora o tablet) o desde el sitio www.sigamex.mx.

En este sentido el modelo de gestión de envases vacíos de fitosanitarios en México implementa su transformación, en respuesta a los cambios y retos que implica la agricultura mexicana, con sus diversos matices y condiciones productivas.

Con estas acciones, Amocali y sus Asociados Fundadores UMFFAAC y PROCCYT, buscan robustecer la participación de todos los actores responsables de mantener un Campo Limpio, para alcanzar la meta de recuperación del 50% para el año 2025, en alineación con las metas planteadas internacionalmente para la región de América Latina.

Por: Lic. Jazmín Elizabeth Ruiz Moreno, Gerente de Marketing; Ing. Eloy Gómez López, Subgerente de Adhesiones Amocali, A.C.