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IMPLICACIONES DE LA RESOLUCIÓN DEL PANEL SOBRE MAÍZ TRANSGÉNICO

IMPLICACIONES DE LA RESOLUCIÓN DEL PANEL SOBRE MAÍZ TRANSGÉNICO

México produce alrededor de 24 millones de toneladas de maíz, de los cuales 20 millones son de maíz blanco no transgénico, el resto es maíz amarillo no transgénico y una extensa variedad de maíces nativos que se cultivan a lo largo del territorio nacional.

Somos autosuficientes en maíz blanco y se destina principalmente para el consumo humano, especialmente para la elaboración de tortillas. Importamos en el 2024 alrededor de 23 millones de toneladas de maíz amarillo transgénico para complementar el consumo pecuario que se estima en 28 millones de toneladas y para otros usos industriales.

En ese contexto, México publicó el 31 de diciembre del 2020 y el 13 de febrero del 2023, decretos donde se prohíbe el uso del glifosato y de maíces genéticamente modificados para la alimentación humana, lo que generó la inconformidad de nuestros socios comerciales en el marco del T-MEC, solicitando un panel de controversia.

A finales del año pasado, el resultado del panel sobre la prohibición de la importación de maíz transgénico, solicitado por Estados Unidos y Canadá, emitió su sentencia a favor de los países afectados donde se determina que no hay una evidencia científica que demuestre que es dañino para la salud, ya que no se realizó una evaluación de riesgos con base a normas internacionales, además de que no existe tampoco un daño en lo que respecta a los maíces nativos.

El Gobierno de México, aceptó el fallo y como respuesta declaró que se elevaría a rango constitucional la prohibición para sembrar maíces transgénicos en México, para proteger los cultivos nativos, situación que ya ha estado restringida desde hace muchos años ya que la normatividad actual no permite la siembra de maíces transgénicos en nuestro país.

Las principales implicaciones de la resolución en el sentido de permitir el consumo de maíces transgénicos, son: en primer término queda claro que se podrá importar maíces blancos y amarillos transgénicos tanto para consumo pecuario como consumo humano.

Como segundo punto, no está permitido actualmente sembrar maíces genéticamente modificados por restricciones normativas del Gobierno Federal y se ratificará esta prohibición llevándolo a rango constitucional.

Por lo tanto, esto permitirá que se continúe importando el maíz amarillo transgénico que no se produce en México para cualquier uso y prácticamente con la producción nacional de maíz blanco se abastecerá el consumo para la tortilla y eventualmente se tendrán importaciones marginales de maíz blanco transgénico, como ha sucedido en los últimos años.

Por Marte Vega Román