El sector agroalimentario de México es esencial no solo para nosotros como mexicanos, también es clave para la seguridad alimentaria a nivel mundial. En este contexto, los integrantes de la industria de protección de cultivos y de la agroindustria estamos trabajando, todos los días, para impulsar la rentabilidad y rendimiento de la agricultura. Nuestros esfuerzos e iniciativas son cruciales para maximizar la productividad de los cultivos pero, sobre todo, garantizar un sistema agroalimentario sostenible que pueda ser útil a las futuras generaciones.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, que celebramos el pasado 16 de octubre, que hizo un llamado al derecho a los alimentos para una vida y un futuro mejores, enfatizando la necesidad de contar con una mayor diversidad de alimentos nutritivos disponibles en los campos, los mercados y la mesa de los consumidores, reafirmamos nuestro compromiso para ofrecer tecnologías que ayuden a los agricultores a superar los desafíos del cambio climático, maximizar su productividad y contribuir con la prosperidad de sus comunidades.
El futuro de la alimentación también incluye un compromiso con la sostenibilidad que implica adoptar prácticas más eficientes en el uso de insumos y recursos. A medida que la demanda de alimentos aumenta, es fundamental que el sector se adapte y mejore sus métodos de producción, asegurando un equilibrio entre productividad y conservación del medio ambiente.
En este contexto, fomentar la colaboración y la innovación entre todos los actores del sector es fundamental. Se vive un momento emocionante donde la comunidad agroalimentaria tenemos la oportunidad de unirnos para enfrentar los retos del futuro de la alimentación en México y la región.
Debemos, también, revisar las claves de la agricultura y la seguridad alimentaria: no solo mejorar la productividad, sino también restaurar la salud del suelo y optimizar la gestión del agua. Estas prácticas son esenciales para construir un sistema de producción más resiliente que pueda hacer frente a los desafíos del presente y del futuro.
Se estima que para 2050, la producción de alimentos deberá aumentar un 70% para alimentar a una población global de casi 10 mil millones de personas. Esto requerirá prácticas agrícolas más sostenibles, como la agricultura sostenible y el uso de tecnologías innovadoras en el sector alimentario, que buscan mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental.
Un desafío significativo, en esta tarea, es el alto nivel de desperdicio alimentario, que representa más de un tercio de todos los alimentos producidos y que equivale a 1,300 millones de toneladas anuales con una gran cantidad de recursos invertidos (tierra, agua, energía e insumos) utilizados en vano, que se deben monetizar.
En resumen, el futuro de la alimentación en México estará marcado por un enfoque en la sostenibilidad y tecnología, todo ello mientras se busca satisfacer las crecientes demandas nutricionales de una población en expansión y coadyuvar con el desarrollo de los agricultores.
Por Patricia Toledo, Directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Syngenta para Latinoamérica Norte y Vicepresidente de Sustentabilidad y Responsabilidad Social Empresarial del Consejo Nacional Agropecuario