Uno de los principales factores que determinan el rendimiento de un cultivo, son los fertilizantes, que además son el principal renglón de costos del paquete tecnológico de los granos. Los principales cadenas de fertilizantes son el Nitrógeno, Fosforo, Potasio y el Azufre, y hay una interconexión a nivel mundial de éstas que impactan sus mercados en forma diferenciada.

México, en el contexto del libre comercio, importa la mayor parte de su consumo sobre todo en los últimos tres años que llegamos a niveles de importación de un 73 por ciento, por lo que los precios están determinados en gran medida por la dinámica del mercado mundial. Los principales orígenes de importación son Rusia y China, y USA, y en el caso del amoniaco, nuestro principal proveedor es Trinidad y Tobago.

Derivado de la crisis de COVID – 19 y del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y eventos climáticos extremos, se desencadenó un alza generalizada en el precio de los fertilizantes, la energía y los alimentos en todo el mundo y por supuesto en México a finales del 2021 alcanzando su mayor nivel durante el 2022, habiendo en México una disminución del índice de precios de los fertilizantes en el 2023 del 75 por ciento  y en el primer cuatrimestre del 2024 del 18.8 por ciento. Sin embargo, los precios aún permanecen significativamente por arriba de los niveles de pre pandemia, es decir siguen siendo altos, sobre todo en relación con el precio de los granos que han disminuido en mayor proporción.

En el caso del ciclo agrícola 2023 – 2024 en Sinaloa, existen otros factores que explican el comportamiento de los precios sobre todo del amoniaco, la urea y el sulfato de amonio. En el caso del amoniaco al ser PEMEX el único proveedor, tanto de producción nacional como de importación, tuvo algunos inconvenientes de abasto tanto de importación como de mercado nacional de Cozoleacaque Veracruz, lo que implicó que los distribuidores tuvieran que acudir a abastecerse de amoniaco de uso industrial proveniente de Lázaro Cárdenas que es más caro por razones de IVA y los fletes, además de inconvenientes en las maniobras de mantenimiento en el puerto de Topolobampo, lo que implicó un mayor precio para el agricultor.

En el caso de la Urea, la incertidumbre por falta de lluvia en el 2023 tanto a nivel nacional como en el caso de Sinaloa, dificultó las estimaciones de superficie sembrada por lo que los importadores fueron muy precavidos en la compra de este granulado, lo que implicó también problemas en algunos momentos de desabasto y precios.

En cuanto al Sulfato de Amonio que se utiliza de forma generalizada de manera previa al establecimiento de los cultivos como maíz trigo y arroz, este año tendrá restricciones por el arancel que se impuso en mayo el cual fue del 35 por ciento con la intención de estimular la producción nacional, esto ya se ve reflejado en la caída de las importaciones de abril y mayo a pesar de tener precios más atractivos que el año pasado y al ser México un país altamente deficitario de fertilizantes, lo que contribuye a encarecer más el costo de los fertilizantes.

A pesar de que la tendencia internacional en los precios de los fertilizantes, es claramente a la baja, en el caso de México, debemos tener en consideración como ya se mencionó los aspectos logísticos en el caso de los nitrogenados de PEMEX y también será importante el comportamiento del ciclo de lluvias lo que daría mayor certidumbre en la planeación de las importaciones de estos insumos y que será determinante para que haya suficiente abasto y se aprovechen las tendencias de los precios a la baja, sobre todo en estos momentos donde los mercados de los granos no favorecen al productor.

Por Marte Vega Román, Presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa